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Los Sueños de Grete Stern


Grete STERN nació en Alemania en 1904 de una familia judía de comerciantes e industriales vinculados a la actividad textil. Muy temprano a los 19 años se traslada a Stuttgart para estudiar tipografía y dibujo. En 1927, ya con un interés bien despierto en fotografía, será alumna de Walter Peterhans en Berlin quien le enseña de ‘pre-ver’ la foto a tomar, intuir el recorte del motivo antes de fijarlo en el visor de la camera. “Er lehrte uns das Sehen” es como más tarde se va a recordar su aprendizaje con Peterhans. Cuando Peterhans deja Berlin para la Bauhaus de Dessau, Grete junto a su ex-condiscípula Ellen Auerbach/Rosenberg crea su estudio fotográfico comercial, dirigido a un público femenino. 

Su modo de vestirse en esa época ya no era ‘tradicional’. Con pelo corto ‘ a lo garçon’, finas cejas y boquita de piñón, vestida de pantalones, encarnaba la ‘nueva mujer’ de la República de Weimar.

Innovadora desde sus inicios, sus fotomontajes de aquel momento  ya anticipaban su visión crítica sobre la condición feminina de su tiempo, que luego, va a encontrar su madurez en la serie ‘Sueños’. 

En la Alemania de entreguerras, a causa de la realidad social y económica la situación de la mujer era en muchos sentidos similar a la que encontrará veinte años después en la Argentina de Perón. Aunque la situación legal de la mujer había cambiado sustancialmente y la Constitución le había abierto acceso  al sufragio y a las universidades, al proclamar la igualdad entre los sexos, esa ‘igualdad’ no valía para todas. Para la mayoría de las jóvenes solteras, la activad profesional era ‘temporal’ para terminar al momento de contratar matrimonio. Solo una pequeña minoría a la cual pertenecía (la burguesa) Grete ( y también su amiga Ellen ), tenía total libertad económica. De hecho, la mayoría de las fotografías del estudio ringl+pit no se hicieron por encargo, sino como ‘ejercicios por el puro placer de experimentar’.  Fieles a la publicidad de la Vanguardia, las dos amigas y socias ya habían entendido el poder de la imagen junta a la palabra como instrumento de crítica y influencia. 

En 1932 vuelve a ser alumna de Peterhans en la Bauhaus, donde  conoce a Horacio Coppola, fotógrafo argentino y su futuro esposo. El advenimiento del nazismo les expulsa de Alemania y se trasladan primero a Inglaterra, y en1935 ya casados toman rumbo a Argentina, el país de origen de Coppola. Gracias a los vínculos y amistades de su marido, Grete no tardó en integrarse en los círculos artísticos e intelectuales de Buenos Aires y se convirtió en una persona clave para la difusión y consolidación de los movimientos artísticos de la época. Había traído desde Alemania no solamente su experiencia sino todas las Revistas publicadas por el Bauhaus, los ‘Bauhausbucher’, que ponía a disposición a su círculo de amigos quienes solían frecuentar su casa en Ramos Mejía. Su estrecho vínculo con el grupo Madi y el Arte Concreto se manifestó e.o. tras el diseño de un cartel para este último utilizando ya la técnica del fotomontaje, precursor de su serie ‘Sueños’ para la Revista ‘Idilio. 

Desde el principio, la agenda de Grete se volvió cada vez más feminista, lo que podría haber sido resultado de su experiencia de exilio y de los cambios sociales que vivió al abandonar una ciudad bastante progresista con ideales emancipadores, como lo fue el Berlín de los años 20 y principios de los 30, y asentarse en un país relativamente conservador donde, aunque existía un fuerte movimiento feminista, el orden patriarcal y la cultura machista todavía dominaban grandes sectores de la sociedad.



Los Sueños de Producción


Breve Introducción a los ‘Sueños’


Las composiciones de  “Sueños” son escenas narrativas que típicamente representan episodios de drama romántico, familiar o personal. Se refieren a la represión o opresión por parte del machismo. La mujer representada en las escenas realiza una actividad típica ‘fémina”.  

Esta singular serie se publicó junto a la sección titulada “El psicoanálisis le ayudará”. Con ironía y belleza, a través de su obra, puso en discusión el rol y las expectativas sociales que recaen sobre las mujeres.

Se trata de una serie de 150 fotos publicadas semanalmente en la revista ‘Idilio’ entre octubre 1948 y 1951, revista destinada a mujeres de clases medias y humildes ilustrando el análisis de los sueños relatados por las corresponsales de Idilio,  - casi siempre planteando situaciones de conflicto,- este último resultado de una ‘preselección’ por Germani, pero afortunadamente  coincidiendo con los intereses personales de Grete.  Ademas Grete gozaba de una libertad en cuanto a la elección de las imagines y sus combinaciones.


Fotomontaje como método artístico


Aunque sutilmente guiada por el sociólogo de la revista, Germani, para la disposición y representación de los elementos, Stern optó por utilizar un tono marcadamente feminista.


A partir de sus lecciones con Peterhans de que “el medio fotográfico puede estar socialmente comprometido con la vida moderna”, una visión claramente vanguardista del arte, Stern optó por el fotomontaje.

El fotomontaje como método para mostrar el entrampamiento de la figura femina bajo la presidencia de Perón ( 1946 - 1952 ). 


Los cambios políticos de Perón mediante la concesión de derechos políticos y la emancipación de las mujeres en la vida política contrastaron marcadamente con su defensa de las costumbres sociales tradicionales y la versión idealizada de la mujer peronista.


Es precisamente y/o exactamente a través del fotomontaje que Stern logra evidenciar el papel ambiguo y precario de la mujer. A través del tratamiento irónico de su tema y satirizando los roles tradicionales, desafía las relaciones jerárquicas de género, cuestionando la agencia femina y la autodeterminación.



Una voz ‘censurada'


Vale destacar el modo en que la mirada de Grete sobre los problemas y conflictos tratados en sus fotomontajes llegaba ‘afectada’a la hora de publicar. Su voz de fotomontajista, su opinión sobre el tema del sueño que ilustra, se vieron afectados por la ‘intervención’ pos-producción del duo Germani -  Butelman.  Tampoco los primeros títulos de esa serie de fotomontajes eran suyos.


Pero al mismo tiempo, las propias visualizaciones de Stern ofrecían un enfoque analítico que a menudo iba más del análisis de los escritores. Su forma de lectura unívoca y taxativa de Germani, la forma de concebir la fotografía y la relevancia de la composición previa para la captación del o los objetos, eran ideas que Peterhans había transmitido a Stern en 1927 cuando tomaba clases en el taller de Berlín.


Las composiciones visuales de Grete Stern, los Sueños, no sostuvieron la postura conciliadora que demostraba el especialista, por el contrario, fueron abiertamente cuestionadores de los roles de género instituidos por el modelo doméstico. Dentro del corpus completo de los fotomontajes de Idilio, un número significativo alude abiertamente a la posición conflictiva y ambivalente de la mujer como objeto (especialmente de la manipulación o de la mirada masculina) en desmedro de su consideración como un sujeto con plena conciencia y poder de decisión sobre sus propias acciones. 

La serie de los fotomontajes para Idilio –o al menos su núcleo más significativo,  constituye la primera y más importante obra fotográfica argentina que aborda el tema de la opresión y manipulación de la mujer en la sociedad de la época, y las consecuencias alienantes del sometimiento consentido. Que estos trabajos fueran publicados por la revista del corazón más popular de aquellos tiempos, agrega un matiz irónico suplementario al humor de Grete, mordaz y cortante. 


Domesticidad  & Feminismo


Para la composición de sus montajes fotográficos utilizó su propia casa en Ramos Mejía como estudio y sus propios objetos personales. Mucho más allá del uso decorativo de estos objetos, ningún objeto o detalle en sus objetos es ‘inocente’. En la composición y la yuxtaposición estos objetos ordinarios adquieren un significado conceptual qua va mucho màs allá de su uso estético o práctico. El resultado es una extraña convivencia.


Como pocos artistas de su tiempo, Stern supo cómo hacer uso de su posición como artista para colocar el arte en el centro del contexto sociopolítico, arte a través del cual luego criticaría sutil pero inequívocamente al régimen peronista y su postura ambigua hacia las mujeres. 


Al recurrir a un marco armónico propagandístico como leitmotiv y relacionarlo con la cuestión de la agencia femenina, el fotomontaje parodia no sólo el romanticismo idílico difundido por la Subsecretaria de Informaciones y Prensa, sino a menudo también la reproducción de la revista, - Idilio quiere decir exactamente esto, - de dichas manifestaciones dentro del mismo asunto. “La parodia surge de una repetición irónica que, al hacerlo, expone una diferencia” Bajo Perón, esta realidad armónica para las mujeres a menudo seguía siendo más una ilusión o un sueño. Lo que parece una inclusión armónica en la revista, gana poder a través de la parodia.


Un ejemplo perfecto de esto es Los sueños de encierro. Este fotomontaje apela a la imagen ampliamente difundida de la mujer sensual que se pierde en sus pensamientos y permanece en este estado de pasividad. Sin embargo, la concha del caracol como metáfora del espacio limitado de la vida doméstica contrasta con la apertura de la playa y la inmensidad del océano. Esta yuxtaposición contradictoria crea en cierto modo un contrapunto a otras imágenes de la revista que reducen la agencia femenina al círculo íntimo de la familia en un entorno doméstico y escenifican a las mujeres realizadas por estas tareas.


En mi opinión personal, Grete estaba tratando de engañar a los líderes políticos y al establishment de su tiempo utilizando lo que al principio podrían parecer objetos y contextos inofensivos, pero usándolos para expresar su postura crítica personal hacia el régimen y la posición femenina en él. Las estrategias ya disruptivas que utilizó por primera vez en Riple Pit encontraron nueva vida en sus fotomontajes para 'Idilio'. Llevar su crítica a niveles intelectuales podría haber evitado que fuera censurada o incluso silenciada.


“Exile”


Christina Wieder en su artículo sobre “Los fotomontajes de Grete Stern entre el feminismo y la cultura popular” añade una dimensión extra al trabajo de Grete en general y más específicamente a su serie “Sueños”. Defiende su teoría de que Stern sitúa frecuentemente a sus protagonistas en espacios abiertos pero aislados, lo que a través de la lente del exilio permite también otras lecturas.


Para ilustrar su tesis se refiere a Los sueños de desorientación en el que una mujer carga maletas parada en medio de la nada, frente a un cartel, aparentemente sin saber qué dirección seguir. También en Los sueños de trenes, la protagonista está esperando en el andén de una estación, nuevamente cargando maletas, pero se da cuenta de que el tren de juguete que llega no la llevará a ninguna parte. Estas imágenes aluden implícitamente a algo que está lejos, a lugares lejanos, y remiten al mismo tiempo a aquí y a allá y, de esta manera, transmiten una sensación de fragmentación, posiblemente entre el país de origen y el país de acogida. Además, motivos como maletas, trenes o señales son a menudo indicaciones que los exiliados utilizan para hablar de sus propias experiencias, de su migración forzada y de anteriores movimientos geográficos e individuales. Pero, como sugieren simultáneamente los fotomontajes de Stern, esos movimientos forzados también pueden conducir a una sensación de inmovilidad en la situación actual, de aislamiento social o incluso de encarcelamiento.


La nueva mujer argentina bajo Perón estuvo llena de paradojas. Stern logra como ningún otro satirizar el modelo tradicional y desafiar las relaciones de género. Su trabajo explora y desafía el frágil equilibrio entre las propias imágenes de Stern, destinadas a criticar abiertamente el papel tradicional de la mujer y el resto de la imagen, retratando los valores tradicionales de su tiempo.


La serie en la que las tensiones surgen con la liberación de las mujeres en las sociedades patriarcales mientras que navegan por sus nuevos roles conflictivos se muestran claramente y se habilitan a través del fotomontaje como método.


Muy cercanas al surrealismo, por sus lazos con el inconsciente, estas composiciones las llevó a cabo partiendo de paisajes, retratos y estampas de objetos que formaban parte de su propio archivo y, desde nuestra óptica reciente, la convierten en pionera de la fotografía feminista.


Interpretando el inconsciente de otras mujeres, Grete Stern fue una de las primeras fotógrafas latinoamericanas en abordar los problemas de la mujer mediante la fotografía y más precisamente del fotomontaje. Los protagonistas de las fotos eran sus hijos, amigos, familiares y vecinos, y las imágenes complementarias ( paisajes, fondos, objetos, personales secundarios ) fueron tomado de su propio archivo.


La experimentación técnica y la crítica a las esclavitudes cotidianas de la mujer se conjugan en estas piezas, que podemos entender como manifiesto de una autora tan comprometida como independiente.




En modo de conclusión



Al cruzar fronteras y practicar el arte, Grete se convirtió en una mediadora entre diferentes tradiciones artísticas, así como en una traducción cultural, introduciendo, transformando o desmantelando ciertas técnicas, motivos y estéticas.








Referencias : 


Fundación CEppa. (n.d.). Sueños: fotomontajes de Grete Stern.



Bauhaus Kooperation. (n.d.). Biografía: Bauhaus Kooperation. 



Paula Bertua. (2010), Relatos modernos, centramientos y descentramientos de género. Los Sueños de Grete Stern en Idilio, Scielo.


Wieder, C. (n.d.). Un nuevo exilio de la mujer en Buenos Aires: los fotomontajes de Grete Stern entre el feminismo y la cultura popular. Stedelijk Studies. 





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